Con los ojos como platos salimos anoche de ver una de las películas más agobiantes del cine español en años.
Musarañas cuenta la historia de Montse, una mujer de unos treinta y pico totalmente pirada con la cabeza un poco más allá que aquí. Montse sufre de agorafobía (miedo a los espacios abiertos) por lo que lleva toda su vida encerrada en casa. Como cualquier mujer de su edad, hace lo típico, véase: fustigar a su hermana con una vara de pinchos cuando ve que se comporta mal, drogar a sus vecinos, hablar con su padre muerto o empalar con agujas de punto a sus clientas, lo típico vaya. Sigue leyendo