Antes de reírse descaradamente de mi realizando Amor, Michael Haneke (al que ahora van a conceder el Premio Príncipe de Asturias… sin comentarios) dirigió Funny Games, que me gustó bastante. Diez años después, como es un ser… digamos «especial» hizo un remake de su propia película copiándola plano a plano pero con diferentes actores (los de la versión antigua estaban bastante decrépitos). Y esa es la película sobre la que vamos a hablar. Funny Games, pero la nueva.
Anna y George (las parejas protagonistas en sus películas siempre se llaman así, que cosas…) son típico matrimonio perfecto. Perfecto a niveles que da pereza. Si vivieran en Madrid los domingos irían con su hijo a misa de 12, tomarían el aperitivo en La Moraleja, jugarían al golf y por la tarde, mientras el hijo diera clases de doma clásica harían crucigramas juntos en sus tablets molonas. Osea, PE RE ZA! Sigue leyendo