A propósito de Llewyn Davis

Si nunca fue nueva y nunca muere, es una canción folk

A propósito de Llewyn Davis no es una película fácil de ver. Cuenta la historia de un perdedor destinado a que todo le vaya mal, y eso no es agradable para nadie.

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Llewyn Davis (Oscar Isaac quedaros con este nombre) es un mediocre cantante de folk  ubicado en el bullicioso Village de los años 60. Sin dinero y con muy pocos amigos debido a su carácter, Llewyn sobrevive saltando de sofá en sofá para no morir congelado en las calles neoyorquinas. La oportunidad le surge cuando se entera que el dueño de un importante club en Chicago está buscando un cantante para hacer actuaciones allí. ¿Conseguirá Llewyn lo que busca? Sigue leyendo

Red State

A Dios rogando y con el mazo dando

Tres adolescentes salidos como mandriles en celo se dedican a mandarse fotos subiditas de tono con una mujer madura (Melisa Leo), que les promete una cita en la cual se  hartarán de sexo. Obviamente mándale a un tío (más en la edad del pavo cuya vida está bajo la dictadura de las hormonas) una foto guarra, dile lugar y hora para el encuentro y…¡premio! lo tendrás cual pizza a domicilio: en 5 minutos calentito en la puerta. Lo que ocurre es que lejos de encontrarse con esa vorágine de sexo salvaje prometida por la Milf, son víctimas de un cruel engaño. Los pobres pajilleros son drogados, amordazados como cochinillos y llevados a una granja en la que se encuentran un grupo de fanáticos religiosos, los cuales les quieren hacer pagar por ser unos sucios y cochinos pecadores. Este simpático grupo (armados hasta los dientes) está dirigido por una especie de mesías demente (Michael Parks), que lejos de predicar la palabra de Dios desde el respeto y el cariño, impone su justicia a base de meterte un tiro entre ceja y ceja. Un punto interesante de la película, es que esta secta está inspirada en una real: la Iglesia Bautista de Westboro (Kansas) liderada por Fred Phelps y además recuerda claramente a la Matanza de Waco de 1993.

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Bien hasta ahí, todo ok. Me parece interesante el tema de los chalados sectarios, además algo que sorprende es como en cuestión de minutos hay un cambio radical y se pasa de una comedieta tipo American Pie a un thriller de lo más retorcido. A mi los primeros 45 minutos me tenía pegada a la silla totalmente ojiplática y con el corazón en un puño, ansiosa por saber el destino que les deparaba a los teenagers calentorros…pero según va avanzando el ritmo empieza a flojear, se van dando una serie de escenas tontas que no funcionan, muchos altibajos, ratos de acción trepidante y otros de un aburrimiento extremo. Para rematar y como guinda del pastel tenemos el final: es de chiste, muy ridículo. Sigue leyendo

Argo

Jugando a las películas con la CIA

Argo se ha convertido (con el permiso de Tarantino y Bigelow) en la película del año por aclamación popular.

Con una muy buena recaudación en taquilla desde que se estrenó hace más de tres meses, la cinta sigue ocupando un lugar importante en la cartelera motivada sobre todo por los premios que está recogiendo desde que arrancó la temporada.

Ben Affleck se coloca detrás de la cámara por tercera vez, para dirigir de manera magistral (no consigo entender por que le han ignorado en las nominaciones a los Oscar) esta historia real desclasificada acerca de un grupo de americanos que consiguió escapar del secuestro de su embajada en Irán y se refugió en la casa del embajador de Canadá.

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Al ser imposible sacarles del país por los medios convencionales, la CIA, en una demostración más de originalidad trazó un plan: fingir el rodaje de una película de ciencia ficción e incluir a los refugiados entre los miembros del equipo, que visitarían Irán para localizar exteriores. Sigue leyendo