Con Stockholm, una película rodada con 4 duros y dos actores, Rodrigo Sorogoyen nos regaló una radiografía muy certera de la juventud y la locura que le consagró como un nombre a tener muy en cuenta.
Años después el director vuelve con Que Dios nos perdone, un thriller monumental y en mi opinión la mejor película española del año, que encantará a los amantes de cintas como Se7en o El Coleccionista de Huesos.
Durante el caluroso verano de 2011, con la visita del Papa a Madrid y el movimiento 15M en su máximo apogeo, dos policías investigan el asesinato y la violación de ancianas a manos de un sádico que están ocurriendo en el centro de la capital…Poco mas se puede contar para no destripar nada, ya que la película está llena de giros que te dejan pegado a la butaca. Sigue leyendo