…y lo que nunca debería verse
Vaya tela de película,la encontré de pura casualidad este sábado por la tarde, mientras zapeaba convulsivamente en busca de algo ¿»interesante»? y de repente doy con ella. Al principio, pintaba bien: la música no estaba mal y con jovenes conflictivos como protagonistas. Tenía un lejano (muy lejano) aire a Donnie Darko (obra maestra)…prffjajaj pero ¡¡NOOOO!!! nada que ver.
Nick Powell (tiene un aire a Álvaro, el toli rapero de Un príncipe para Corina) es un chaval educado, obediente, inteligente, de espíritu rebelde e inconformista y cuyo sueño es irse a Londres para convertirse en un gran escritor. Su pasión es la poesía y escribe unos versos de una belleza y sensibilidad excepcionales, es Gustavo Adolfo Bécquer reencarnado. Vamos, que es el típico chico que me hubiera gustado presentarle como novio a mi madre cuando tenía la tierna edad del pavo… y no haberla martirizado trayéndole al macarrita chundalero con neuronas fritas por el Cannabis.
Un día volviendo de fiesta, Nick sufrirá una terrible paliza a manos de la malota del insti, Annie y le dejará terriblemente mal herido. Todo apunta a que la ha palmado, pero en realidad está en un estado comatoso. Su alma quedará atrapado en una especie de limbo, a caballo entre la vida/ la muerte y en donde absolutamente nadie le puede ver ni oír, a excepción de Annie (Sí, la que le ha dejado en estado vegetativo). Sigue leyendo →